Si bien en los últimos años los proyectos paralelos de los Strokes han estado a la orden del día, el líder de la banda había permanecido en un silencio sospechoso que por fin termino, las expectativas han sido incomparables y no puede ser para menos, corría el 2001 cuando desde New York una banda emergía de la frialdad en la que se iniciaba la nueva década, la banda del antes y después con canciones que siguen sirviendo de influencia para mucha de la música que escuchamos a diario, que alientan y alentaran a las siguientes generaciones a seguir alzando sus guitarras y hacerlas sonar junto a sus amigos.
Julian Casablancas parece haber pasado de un largo estado de aburrimiento a un redescubrimiento, la verdadera evolución, ha saltado distintos mundos, realidades, no extraña que él lo haya pensado así y por eso el nombre de 11th Dimension para su primer sencillo, en general el mismo tema se repite para las demás canciones, las liricas han cambiado, el estado emocional es distinto, ya no es el tren que se movía rápido, es consciente de lo jodido que significa dejar ir ciertas cosas.
Julian parece no haberse forzado a nada, solo ha dejado que las cosas fluyan, siendo esto lo esencial en los clásicos, el primer gancho ha sido 11th Dimension, ya se ha comentado hasta el cansancio lo pegadizo del tema, los sintetizadores y el aire retro, en este tema los mensajes van mucho mas allá.
Si Automatic Stop o Under Control nos alentaron a no darles tanta importancia a sentimientos tan banales como el amor, 11th Dimension es el poema que nos ayuda a reencontrarnos con nosotros mismos, razones sobran para coronarla como una de las mejores del año, piensa en cuantas veces una melodía casi electrónica te ha llegado tan profundo.
Fue el primer paso para conocer la versatilidad de Casablancas, insuperable por ahora.
El teclado ochentero inicial de Left Right In The Dark, aletargan un poco las cosas en una canción que luego utiliza con fuerza y velocidad el "wake up, wake up" esta sirve de entremés para lo que llegara luego.
La sopresa de 4 Chords Of The Apocalypse es inesperada, rock de la vieja escuela, órganos y melodías de iglesia, para luego tomar rumbos psicodélicos, el solo de guitarra y la fusión con los sintetizadores es magistral.
Ludlow St. no se alejara de la anterior, una canción de los panoramas retros, nunca me habría imaginado escuchar un banjo en una canción de algún Stroke, el intro y outro otra vez nos transportan al retro-futurismo de Julian, el uso de un solo de banjo y sintetizadores es otra de sus visiones.
Es difícil decidirse por una canción que enmarque el disco, para un trabajo que no ha sido nada parejo, cada canción suena distinta y cada una podría representar el futuro de The Strokes, las expectativas han podido terminar por matar tus ilusiones, y por el contrario ya podría ser considerado en otros como un clásico, ciertamente este disco podría ser de lo mejor que se desprende de New York en los últimos años
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